Enrique Ramírez, presidente del Observatorio de la Industria 4.0, explica la evolución y situación actual de un desarrollo tecnológico sin precedentes
El mundo actual está en continuo cambio y, con él, lo hacen las formas de producir y el modelo industrial. La tendencia de estos últimos años se desarrolla en torno a la digitalización y a la aparición de nuevas tecnologías que faciliten los procesos de producción. Hablamos de la llamada Cuarta Revolución, más conocida como Industria 4.0.
Enrique Ramírez, presidente del Observatorio de la Industria 4.0, explica que se está produciendo uno de los cambios sociales y de conducta más importantes y rápidos que jamás se hayan producido en la historia de la humanidad. “Sin embargo, el peso de la industria, como sector económico en España, lleva disminuyendo desde los años 80, habiendo perdido relevancia y cinco puntos de su peso en el PIB, casi el 20% desde que nos incorporamos a la Unión Europea en favor del sector servicios”. Un escenario, el declive del sector, que “parece no tener freno”.
De igual forma, explica que la industria española parecía estar atrapada en su modelo productivo y, ahora, ha encontrado en la transformación digital ese catalizador para poder dar respuesta a los retos a los que se enfrenta con un modelo productivo más sólido, competitivo y sostenible.
La pandemia como impulso para la digitalización
En cuanto a la situación de la industria española, el Observatorio de la Industria 4.0, junto a NTT Data, acaba de publicar el IV Estudio Smart Industry, un informe cuyo objetivo es analizar el estado actual de la industria española frente a la transformación digital, así como su evolución a lo largo de los años. En él, un 80% de las empresas participantes asegura que la situación creada a nivel mundial y local por la pandemia ha contribuido a acelerar la transformación digital en el área de Tecnologías de la información (TI).
Este dato demuestra que la pandemia ha marcado un antes y un después en lo que a la digitalización se refiere. “Como consecuencia de la Covid-19, las empresas españolas nos hemos enfrentado a una serie de retos como ha sido la reducción de personal o equipos de trabajo enteros en nuestras oficinas, para que trabajen en casa y así proteger su salud”, explica el presidente.
Las empresas españolas también han tenido que enfrentarse a unos picos repentinos de demanda, así como a una necesidad imperial de general eficiencias en los procesos para impulsar la productividad y reducir los costes. Este proceso se ha desarrollado en un escenario en el que la tendencia de los precios solo iba al alza, especialmente a partir del primer trimestre del 2021. “Como consecuencia de esos retos, considero que hemos encontrado en los paradigmas de la industria 4.0 los aliados que están siendo esenciales para combatir estas situaciones tan especiales”, añade Ramírez.
De igual forma, y tal y como se confirma en el informe, la digitalización en el sector industrial durante los últimos años ha experimentado un crecimiento exponencial. La Covid-19 sigue teniendo gran impacto en las empresas y las compañías han tenido que apostar por cadenas de suministro más ágiles, flexibles y con autonomía tecnológica, con el objetivo de acelerar su recuperación económica.
Ahora, las empresas han tenido que acelerar su desarrollo tecnológico y apostar por la adaptación de las operaciones al nuevo entorno (31%), la gestión de personas (26%), la planificación de una demanda inestable (26%) y en seguridad y riesgos laborales (18%).